La ministra de Educación, Patricia Salas, está proponiendo al Congreso lanzar un proyecto de ley para establecer un periodo de moratoria para la creación de universidades -públicas y privadas- (ver nota).
Es decir, de aprobarse un proyecto ley así, durante algunos años no se podrán crear universidades en el país.
A primera vista, dicha iniciativa parece positiva, pero no resulta práctica -hasta puede resultar contraproducente- pues cierra la posibilidad a proyectos interesantes y, lo que más preocupa, establecería una especie de status quo con las universidades que funcionan actualmente (cerrándoles la posibilidad de que les surja competencia)
El problema de la pobrísima calidad universitaria no se soluciona con moratorias, la solución inicia con un proceso de evaluación para las universidades: la acreditación es una estrategia para ello.
El Ministerio de Educación debería empoderar al SINEACE y hacer notar a la opinión pública los objetivos y ventajas de la acreditación educativa.
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